Las calderas de gas podemos encontrarlas de muchos tipos y, según su funcionamiento, el rendimiento y consumo pueden permitirnos ahorrar, dar un mayor bienestar en casa y pueden ser más o menos contaminantes. Y aquí te vamos a explicar cómo funciona una caldera de gas.
Estas instalaciones basadas en circuitos de agua tienen como componente principal la caldera y las de gas usan como combustibles elementos como gas natural o gas ciudad.
Aunque no es el único tipo de combustible, también existen las de propano y butano que son usados para calentar el agua, pero el gas natural es el más práctico y seguro. Pero para saber más continúa leyendo.
¿Cómo funciona una caldera de gas?
La caldera de gas está compuesta por 2 compartimentos básicos que son el quemador y el intercambiador. El primero es el lugar donde se produce la combustión, es decir, el gas fluye por tuberías hasta el quemador que, al combustionar, el calor que genera debido al quemador, calienta la tubería y el agua que corre en su interior.
El agua corre por el intercambiador. En su interior podemos encontrar la tubería de agua caliente procedente del quemador y una tubería de agua sanitaria. En el interior del intercambiador, el calor transportado por la tubería del sistema traspasa el calor al agua caliente sanitaria.
De este modo, al abrir un grifo o radiador, el agua caliente sale de la caldera de gas a una temperatura elevada.
Componentes de una caldera de gas
La caldera de gas está formada por una serie de componentes que permiten que, en su conjunto, consiga calentar el agua:
- Cámara de combustión. Se quema el combustible y se alcanzan temperaturas muy elevadas.
- Quemador. Es el apartado responsable de quemar el combustible (en este caso gas) produciendo una llama.
- El circuito de humos. Por un lado, conduce los humos que se producen fruto de la combustión hacia la caja de humos y donde el vapor provocado se enfría para traspasar el calor al agua (Permitir que salga al ambiente supondría que se perdería una gran cantidad de energía al ser desperdiciado el calor). Para aprovechar al máximo el calor producido por el intercambio de calor entre el gas y el agua, el circuito de humo, tiene una buena superficie para hacer que disminuya la velocidad a la que salen los gases. Hay que tener en cuenta que, cuanta más sea la velocidad de salida, menos tiempo tiene el vapor para ceder el calor. Este proceso se consigue haciendo que los gases fluyan por todo el circuito de humo antes de dejarlos salir e intercalando en este proceso los turbuladores que dificultan el paso del vapor o humo.
- Caja de humos. Es la zona donde se juntan todos lo gases para ser enviados, posteriormente, por el conducto de salida al exterior.
- Retorno de agua. Se denomina así a la toma donde se conecta la parte de la instalación donde regresa el agua más fría. Esta agua puede proceder de un acumulador ACS, radiadores, etc.
- Salida de agua. Una vez que el agua entra en la caldera y absorbe el calor, fluye de nuevo hacia la instalación.
- Circuito de agua. Esta agua circula calentándose a su paso por la cadera al absorber el calor de las paredes de las tuberías por las que pasa. El calor se transmite por conducción, radiación y convección.
Tipos de calderas de gas
Podemos encontrar varios tipos de calderas, cada una de ellas con sus características, ventajas y desventajas respecto a otros modelos, pero cuya función principal de todas ellas es emitir calor para calentar el agua.
Según el sistema de combustión
Por sistema de combustión nos referimos al lugar donde se realiza la combustión, pudiendo ser esta atmosférica o estanca.
- Las estancas. No necesitan el aire del ambiente para poder realizar la combustión, puesto que esta se lleva a cabo en una caja “estanca” y sellada, que no tiene contacto directo con el aire existente en el hogar. Este es el motivo por el que se consideran las calderas más seguras, ya que los gases combustionados salen al exterior por un conducto de evacuación usando un ventilador que impulsa dichos gases. Al mismo tiempo, estas calderas pueden ser de condensación, estándar o bajo NOx.
- La atmosféricas. Estas calderas realizan la combustión en una cámara abierta, usando el aire contenido en el ambiente y son muy contaminantes. Además, debido a su deficiente seguridad en caso de mala combustión, la instalación de estas calderas está prohibidas según el R.D. 1027/2007 B.O.E. 29 agosto de 2007
Según su funcionamiento, consumo y rendimiento
Podemos también dividir las calderas en función del rendimiento, consumo y funcionamiento. En este caso hablamos de las estancas al ser las calderas más usadas actualmente.
- Caldera de condensación. Reutilizan de forma constante la energía de vapor de agua, provocando así un ahorro de consumo. Estas calderas son consideradas muy seguras, eficaces y permiten ahorrar en la factura de gas. El rendimiento es mayor que una caldera estanca estándar.
- Caldera estándar. Este tipo de calderas necesitan consumir más energía que la de condensación y son las más antiguas que podemos encontrar en el mercado.
- Caldera de gas de bajo NOx. Son las calderas que emiten a la atmósfera una reducida cantidad de óxido de nitrógeno (NOx), pero su rendimiento es inferior que el de las calderas de condensación.
Según el tipo de diseño e instalación
Podemos encontrar las calderas de pie o de suelo, en murales o con una elevada potencia calorífica. Normalmente, las que se instalan en los hogares suelen ser instaladas en la pared de la terraza o la cocina.
Según el servicio que proporcione, las caleras pueden servir únicamente como calefacción o, bien, también dar agua caliente a toda la vivienda. Las calderas que dan ambos servicios se llaman calderas mixtas.
Ventajas y Desventajas de las Calderas de Gas
Las calderas de gas para calefacción son las más usadas en nuestros hogares y, según el tipo que sea, puede dar una serie de ventajas y desventajas. Los pros y contras de las calderas de gas respecto a otros tipos de combustión:
Ventajas de las calderas de gas
- Rapidez. Estas calderas permiten calentar de forma rápida los hogares mediante un funcionamiento sencillo.
- Limpieza. El proceso de combustión del gas natural es más limpio y no contamina, puesto que no produce residuos como es el caso de ceniza en chimeneas o estufas.
- Espacio. Normalmente ocupan poco espacio en casa y suelen estar instaladas en lugares donde no estorben.
- Precio. Su precio es mucho más económico comparada con otro tipo de sistemas de combustión.
- Comodidad. Las calderas de gas suelen contener contador y termostato, mediante los cuales se puede regular de forma sencilla el consumo que producen, así como programar su temperatura en función de la necesidad de casa vivienda.
- Vida útil. La vida útil de este tipo de calderas es mayor si lo comparamos con otros sistemas de calefacción.
Desventajas de calderas de gas
Las calderas de gas también tienen desventajas que hay que tener en cuenta.
- Mantenimiento. Debido al constante uso es recomendable que la caldera de gas sea limpiada una vez al año.
- Purgar los radiadores. Es recomendable purgarlos antes de la temporada de frío para evitar problemas de funcionamiento.
¿Cómo usar una caldera de gas de forma eficiente?
Podemos encontrar dos elementos que valorar para que una caldera de gas funcione de forma eficiente, pero que, ante su desconocimiento, hará que no podamos sacar el máximo provecho de lo que nos ofrece.
En primer lugar, es la temperatura a la que regular la caldera. En principio, la caldera ha de estar oscilar entre las temperaturas de 55ºC y 70ºC. Esto irá en función de la cantidad de radiadores, que estén purgados debidamente, que usemos termostato o no para regular la temperatura, el tiempo usado para ventilar la vivienda.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), la temperatura no debe de exceder de los 21ºC durante el día y, para dormir, no debe ser más de 17ºC.
El segundo elemento es la presión que ha de contener la caldera de gas. Una mala presión es la principal causante de muchas averías relacionadas con las calderas de gas. Para que la caldera funcione bien, la presión ha de estar entre 1 y 1.5 bares.
Precio de las Calderas de Gas
El precio que puede contener una caldera puede variar en función de la marca y el tipo. Como norma general, las calderas de gas estancas pueden tener un precio que oscile entre los 500 € a los 1300 €. Sin embargo, los modelos de condensación, más eficientes y seguras, podemos encontrarlas desde 1.000€.
Las calderas de gas con bajo NOx (óxido de nitrógeno) se pueden comprar a partir de unos 800€.
Ahora ya lo sabes todo sobre cómo funciona una caldera de gas, los tipos que podemos encontrar en el mercado y que influyen en el funcionamiento, así como las ventajas y desventajas de su manera de trabajar.